Love rules!
Qué grande es poder trabajar en un reportaje de boda con parejas y familias tan unidas y que se quieren tanto. Y qué grande es trabajar para construir recuerdos eternos de belleza y sentimientos para todos ellos. Con Vanesa y Jonathan pude comprobar cómo esta pareja tan linda y especial eran todo lo que ya me esperaba e incluso mucho más. Me hicieron sentir realmente apreciado y cuidado desde el minuto cero.
Preparativos y Ceremonia
En esta ocasión la ciudad fue León. Y el primer destino era el lugar donde se preparaba Jonathan, quien nos esperaba con los lógicos nervios de los primeros instantes antes de comenzar la sesión. Todos en la casa se implicaron para que tuviésemos las mejores condiciones de luz, espacio y ambientación. ¡Hasta habilitaron una parte de la terraza para las fotos con flores y atrezzo!
Tras recoger nuestro equipo nos dirigimos al sitio donde se vestía la novia. Allí también nos esperaba su familia y amigas. Elegimos un gran salón con luz adecuada y espacio suficiente para tomar las fotos mientras Vanesa se ponía el vestido y complementos. El vestido era espectacular, y ella estaba realmente preciosa y tranquila. Una de las amigas no pudo contener las lágrimas en algunos momentos. Pura magia y emotividad.
Normalmente soy yo quien debe hacer que los novios se sientan cómodos mientras posan, mientras busco el mejor espacio, luz o encuadre a cada segundo. Esta vez fue mucho más fácil, porque fueron ellos también quienes pusieron todo de su parte aportando ideas, localizaciones y colaboración. ¡Si hasta la pequeña perrita Bimba posó maravillosamente!
La ceremonia tuvo lugar en la Iglesia de San Juan y San Pedro de Renueva, donde todo transcurrió realmente bien y de acuerdo al guión. ¡Hasta nos habían reservado sitio para aparcar frente a la entrada a la iglesia! Estos son los detalles a los que me me refiero.
El posado, el banquete y el baile
El lugar elegido para la mayoría de las fotos fue un parque cercano a la iglesia donde se celebró la ceremonia que nos propuso Jonathan y que nos sirvió de marco perfecto para las fotos más creativas y cariñosas de los dos. Sin apenas gente y donde ellos se sintieron realmente cómodos para posar.
Finca la Realeza fue el restaurante del banquete. Un sitio ya conocido por nosotros con un gran nivel de profesionalidad, gusto y atención a los invitados. Y a Muchovisor también, debo decir. Parecería una obviedad, pero no lo es. No en todos los salones de celebraciones y banquetes se cuida y habilita un lugar para nuestro descanso, poder comer y reponer fuerzas mientras los invitados y los novios cenan. Allí siempre tienes la seguridad de que se nos va a tratar con muchísimo respeto y profesionalidad.
Hubo flash-mob, canciones interpretadas increíblemente bien en directo por invitados durante el baile inaugural, fotos de invitados espectaculares, regalos y muchísimo más.
Nuestro trabajo prosiguió más tarde en el Casino Conde Luna, donde hicimos más fotos de la gente pasándolo en grande. Desde los más pequeños a los más mayores.
Un reportaje de boda muy especial
Y así quedó de bien, claro. Nada fue verdaderamente un obstáculo para nuestro objetivo. Entre todos conseguimos que desde la primera hasta la última foto, desde el primer al último plano tomado todo fluyera genial. Dinámico, fácil y bello. Para lograr el reportaje de boda tan especial que conseguimos. Gracias. De verdad.
Un lujazo absoluto trabajar así para vosotros. Se os quiere, chicos. Love rules. Os merecéis lo mejor.